Leo en la prensa del viernes 20/09 que los líderes europeos se plantean frenar la lucha contra el cambio climático para poder competir con China, Rusia, EEUU y demás. Como de costumbre cuando se trata de dinero, lo exponen como una cuestión de supervivencia: si no somos capaces de competir, no sobreviviremos.
Según algunos de estos señores que mandan en Bruselas y en las capitales europeas, si los demás países no se esfuerzan lo mismo que Europa en proteger el equilibrio climático, afrontaremos costes energéticos superiores que nos impedirán competir. Y yo me pregunto:
- ¿Acaso será menor el coste de no actuar frente al calentamiento global? Ya hay suficientes estudios que atestiguan que no: si no enfrentamos el problema con decisión, a medio plazo pagaremos mucho más por soportar los efectos de las alteraciones climáticas.
- Para evitar un calentamiento excesivo del planeta, es bien sabido que hay que disminuir la quema de combustibles fósiles, y Europa es altamente dependiente de las importaciones. ¿Es preferible afrontar la factura creciente del petróleo y la inestabilidad política de los países productores?
- Tras la II Guerra Mundial Europa se movilizó para reconstruirse, y lo logró. ¿No puede ser capaz de reconstruir su infraestructura energética y beneficiarse del tirón que esto conlleva en I+D, en formación, creación de empleo y, por qué no, en el necesario cambio de mentalidad que nos prepara mejor de cara al futuro?
Miguel Á. Ortega, director de Asociación Reforesta
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